sábado, 16 de marzo de 2013

Conferencia de Copenhague

En la Convención de Copenhague sobre el Clima (COP 15) no ha existido la necesaria voluntad política para lograr un acuerdo internacional de alto alcance que afrontase con decisión y hondura, desde la responsabilidad propia de cada país, los graves problemas que amenazan la vida en la Tierra a causa del cambio climático. En los primeros pasos de este Documento de Trabajo se expone este hecho, que es analizado en la segunda parte del trabajo desde la perspectiva y el contenido de la Declaración Interreligiosa sobre el Cambio Climático (2009). Este análisis pone de relieve las carencias pre-políticas que padece la política en la actualidad, y la falta de esta base deja el quehacer político, cuya misión es promover todo bien común de la entera familia humana, bajo el dominio de intereses particulares y espurios. La tercera parte del Documento constituye un acercamiento a acciones concretas y puntos críticos de las tradiciones religiosas de la humanidad respecto del cuidado de la atmósfera y del medio ambiente como contexto de la vida. Las religiones tienen una gran relevancia humana y espiritual en el seno de la humanidad: desde sus creencias y desde su compromiso con los hombres, las tradiciones religiosas se hacen también responsables ante la crisis medioambiental que sufre el planeta como casa común. Para afrontar los efectos del cambio climático en un mundo global e interdependiente, se requiere el diálogo, la cooperación y la solidaridad entre todas las personas, instituciones, pueblos y cosmovisiones. Escuchar, examinar, discernir y aprender la sabiduría de las religiones respecto de la compleja problemática del medio ambiente es una exigencia para la recta razón que busca tanto el bien de todos y cada uno de los hombres como vivir en alianza con la naturaleza.

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